Durante los meses que intentaremos estudiar, no pocos factores externos propios al franquismo conspiraron para detener la tibia apertura, iniciada el 12 de febrero de 1974 por el gobernador Carlos Arias Navarro. Pero ciertamente, otras cosas ocurrieron dentro del franquismo. Las tendencias más movilistas movieron sus piezas ante Franco y el 29 de octubre de ese mismo año se cobraron la primera pieza.
Se celebraba en el Consejo Nacional del Movimiento el XLI aniversario de la fundación de Falange Española, y en los sitios destinados al gobierno, se observaba una ausencia importante, la de Pío Cabanillas Gallas, ministro de Información y Turismo, y con permiso de Fraga, líder de la facción aperturista del régimen.
Pío Cabanillas fue cesado sin muchas explicaciones sobre los motivos de tal cese, la forma de hacer habitual del franquismo. De hecho, muchos cesados no llegaban a enterarse de las razones de fondo de dicho cese. Llegaba un motorista con una carta, y a casa. No obstante, la movida "Cabanillesca" debió de ser importante, pues provocó la dimisión inmediata de otro ministro en solidaridad: el de Hacienda, Antonio Barrera de Irimo.
Barrera era, tras Federico Silva Muñoz, el segundo ministro de Franco que se iba del gobierno por su propio pie. Dos guiñadas en 35 años. A finales de ese año, 1974, dejando claro que las tensiones dentro de la familia del franquismo comenzaban a ser navajazos,aún habría una tercera despedida: la de Linicio de la Fuente, ministro de trabajo, ya en febrero de 1975.
Aù tuvo que hacer Arias un nuevo reajuste, debido a la fatalidad: el Ministro Secretario del Movimiento, Fernando Herrero Tejedor, moría en accidente de tráfico, siendo sustituido por José Solís Ruiz.
a) LA COÑA DE LAS ASOCIACIONES POLÍTICAS
En la agenda de Arias, y cada vez menos en la de Franco, 1975 tenía que ser el año de las asociaciones políticas. Todo parece apoyar las ideas aperturistas. Una encuesta señala que el 72% de los españoles apoya la idea de que los alcaldes sean elegidos por sufragio universal. Hasta la Conferencia Episcopal le echó u capote al reformador, que en su punto trs aboga por proceder a una renovación de los espíritus y a profundas reformas de la sociedad". Pero el búnker seguía igual, en el mismo sitio.
En el mismo mes de enero, una huelga de 4 días en la SEAT de Barcelona provocará que casi 14.000 trabajadores sean suspendidos un día de sueldo y empleo.
Los días 10 y 11 de enero se produce en Bruselas la que se conocería como Reunión de los 30. En la Sede de la Comunidad Europea , e invitados por una organización dedicada a reflexionar sobre el futuro de España, se reunen una serie de españoles, cuya lista deja claro que los sectores más liberales que han convivido en el franquismo legalmente está por la labor de cambio.
Los nombres de aquellos que fueron a esa reunión son: Pedro Altares, Fernando Alvarez Miranda, Rafael Arias Salgado, Jose Manuel Arija, Jose María Armero, Sebastián Auger, Fernando Baeza, Miguel Boyer, Manuel Broseta, Ignacio Camuñas, Antón Cañellas, Víctor Carrascal, Antonio Fontán, Joaquín Garrigues Walker, Enrique Gironella, Luis González Seara, Jose Ramon Lasuer, Miguuel Martínez Cuadrado, Juan Millet Tusell, Raul Morodo, Enrique Múgica, Joaquín Muñoz Perats, Juan Antonio Ortega, Miguel Roca, Mariano Rubio, Luis Solana Madariaga, Ramón Trías Fargas, Vicente Ventura, José Vidal Beneyto y Alejandro Rojas Marcos.
Dos días después de terminar las conversaciones en Bruselas en la que franquistas más o menos convencidos charlaron con socialistas, liberales, nacionalistas catalanes y otras familias olvidadas de la política, el franquismo abre sus puertas al futuro.
En el Consejo Nacional del Movimiento se abre la oficina de información de asociaciones, que ya tienen una ventanilla para presentar su solicitud de legalización.
Todo el mundo espera el paso del trío de los considerados liberales del franquismo: Manuel Fraga, José María de Areilza y Federico Silva. A los 3, Arias los necesita, porque sin ellos, la conversión del franquismo en una serie de partidos políticos queda en manos de los del bunker, es decir, de la derecha más reaccionaria. Fraga vive apartado del epicentro del poder, como Arilza y Silva, es uno de los 3 políticos que tuvo la osadía de decirle que ahí se quedaba y que el otorista se lo andaría él. La comidilla poítica de Madrid es cúando y cómo van a montar estos 3 tinates su asociación política. Pero esta decisión nunca llegará. Fraga y los suyos, decepcionados con las estrecheces de la ley de asociaciones, decidirán llo que hoy llamamos "solución FAES", es decir, la creación de una sociedad privada de estudios desde la cual hacer política a placer.
Otro que decidió salirse de la norativa fue José María Gil Robles, viejo político que en la república fue jefe de la CEDA, el cual trata de fundar en marzo de 1975 la Federación Popular Democrática, al amparo de la ley de asociaciones de 1964. Otro que también se autoexilió de las asociacoines política fue Joaquín Ruiz Giménez, quizás el político más caólico del franquismo, quien decide pasar de la movida.
Lejos de producirse el efecto esperado, el nacimiento de las asociaciones es coa de segundones.
Se presenta para inscribirse la Asociación Proverista, al frente de la cual se sitúa el abogado vitoriano Manuel Maysounnave. Pocos días después Manuel del Castillo presenta los papeles para legalizar la Reforma Social Española.
El 7% de los españoles, según encuestas, cree en ñas aociaciones políticas. Una manera franquista de decir las cosas. 7
En marzo, Federico Silvada el paso para solicitar la inscripción a la Unión Democrática Española. La UDE tiene un grupo de impulsores, donde hay ex ministros o altos cargos del franquismo, como Alberto Monreal, Virgilio Oñate o Enrique de la Mata, así como políticos ligados al mundo empresarial, como Alfonso Osorio.
De 7 de marzo es la documentación presentada por el abogado Ignacio Rubio, qu no esconde su filiación falangista, para una asociación, que pretendía llamarse, nada menos, que Alianza Popular de Izquierdas. El día 9 y pese a los intentos del Consejo Nacional del Movimiento por impedirlo, presenta su documentación Falange Española y de la JONS.
Todavía en febrero, las acciones de ETA provocan que en las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya se declare el estado de excepción, con suspensión aneja de varios artículos del Fuero de los Españoles, un año justo depués de que el franquismo intente cambiar hacia una democracia fascista, algo difícil de entender.
