Se podían considerar los ayudantes del Cónsul y eran los encargados de presidir los tribunales cuando los cónsules estaban fuera haciendo la guerra. El Pretor era el magistrado principal de la ciudad.
La insignia de su cargo era la toga pretexta
A partir del 246 a.C. sus funciones fueron divididas, creándose el Pretor Urbano, en las cuestiones de los ciudadanos, y el Pretor Peregrinus, cuestiones entre ciudadanos romanos y no romanos.
Tras las Guerras Púnicas, su número aumentó a 8, llegando a ser 12 con Julio César.
A medida que crecía el Imperio se crearon los Pretores Provinciales, destinados a gobernar territorios conquistados y comandar ejércitos, requisito para el consulado. Este título existió hasta finalizar el imperio, pero poco a poco se fue despojando de sus atribuciones y acabaron por conservar la intendencia de los juegos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario