jueves, 4 de marzo de 2010

LA MANO NEGRA Y GIUSEPPE BALSAMO I
















La Mafia mostró su verdadero rostro criminal con la organización "Mano Negra", la más antigua conocida en Italia, y liderada por Giuseppe Battista Balsamo, el primer Gran Padrino del Mundo.



Fue el 11-11-1895, cuando el joven Giuseppe bajaba del barco que le traía de las islas Ellis, un barco compartido con cientos de judíos y rusos que huían de las purgas de sus países y del hambre que asolaba a la vieja Europa, mirando con ansiedad a la isla de Manhattan. Pasó cssi 4 meses en u hospital a su llegada a la isla, debido a pequeños problemas respiratorios ocasionados por la humedad del barco, llegando a diagnosticarle una neumonía.




Pero allí nadie sabía que éste pertenecía a la Alta Mafia Siciliana, y que pretendía hacerse con el poder de la poderosa "Mano Negra". Su poder lo fue alcanzando a base de asesinatos y buenos consejos a las personas que iban en busca de su ayuda. Se dice que con sólo 16 años cometió su primer asesinato, el de un hombre que había desahuciados a la viuda de uno de su mejores amigos, muerto en una disputa mafiosa.




De rostro afilado y poco corpulento, Balsamo tenía unos ojos negros profundos que daban miedo. Con la protección de Giuseppe Morello, líder de Mano Negra en el este de Harlem, se convirtió en personalidad. Con sólo 25 años ya era conocido como "Don Giuseppe".




En los primeros años, se dedicó a estructurar la organización en pequeños grupos independientes con jefes que le informaban a diario y operaban en distintas zonas de Nueva York, sin interferir unos con otros. Cada jefe podría hacer sus negocios sin salir de las fronteras impuestas por Balsamo, pero todos debían pedirle permiso y remitirle las ganancias.




En la mañana del 12 de abril de 1903, Morello pidió hablar en privado con el Padrino, informándole de que Benedetto Madonia, un mafioso de poca monta, estaba intentando expandir su influencia usurpando negocios en las zonas de control de Mano Negra. Muchos ya se habían quejado de tener que pagar protección a ambos bandos.




Madonia se había hecho popular al expulsar del negocio de prostitutas y drogas a las bandas de negros, que intentaban expandirse desde el corazón de Harlem, pero Balsamo no quería a alguien entre sus filas que prostituía a niños para los ricos del oeste de Manhattan.




Morello necesitaba la ayuda del Padrino, quien le designó a un asesino peligroso de Mano Negra, un tal Ignacio Lupo Sietta, apodado "El Lobo", llegado a Sicilia en 1899 y con un gran currículum.




La mayoría de sus víctimas eran claros objetivos de Mano Negra, que se negaban a pagar los impuestos o rivales que intentaban introducirse en bandas contra Don Giuseppe, pero nunca había tenido un objetivo tan poderoso como Benedetto Madonia.




El 13 de abril, a las 5 de la tarde, dos hombres vestidos con largos abrigos negros y sombreros que ocultaban sus rostros, caminaban por la Calle 14, siguiendo a Giuseppe Morello, quien acababa de salir de Balducci´s, uno de los mejores restaurantes italianos de la ciudad.


Al doblar la esquina, los dos sicarios de Madonia gritaron su nombre a la vez que abrieron sus chaquetas para dejar ver sus escopetas de cañones recortados. Lo que ellos no vieron es que el guardaespaldas y el chófer de Morello estaban tras ellos, al verlos avanzar hacia su jefe. En segundos, la calle se convirtió en un campo de batalla. Los dos sicarios habían caído a balazos, al igual que el chofer y guardaespaldas de Morello.




Al enterarse Giuseppe, ordenó difundir por la ciudad el rumor de la muerte de Morello.




En la misma noche, Madonia viajaba en su coche negro acompañado de dos prostitutas, chófer y guardaespaldas, con el fin de celebrar su primera victoria. Al llegar a un stop en el cruce de la calle 89 con Brodway, Madonia vio asomar de la ventanilla un poderoso brazo con un arma. El Lobo disparó contra la nuca del chófer. El guardaespaldas, en el momento de voltearse, recibió un disparo en la cara de Lobo. Se introdujeron en el coche y lo llevaron al "Establo de la Muerte" en el número 23 de la Calle 107 Este en el Harlem Italiano.

En la tarde del 17 de abril, la policía encontró el cadáver de Madonia, o parte, pues fue el tronco metido en un barril de serrín, una técnica conocida como el Barril. Poco después, un pescador encontró un saco con una cabeza dentro.

Los forenses demostraron que le habían sacado los globos oculares con un hierro candente, antes de morir.
Ese mismo día, los diarios hacían reseña al encuentro de los cadáveres de dos prostitutas degolladas.
El asesinato de Madonia quedó sin resolver por el joven Teniente del Departamento de Policía de Nueva York Joseph Petrosino, aunque éste sabía perfectamente que el cadáver pertenecía aun miembro importante dela mafia


































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