viernes, 5 de marzo de 2010

MARIA ANTONIETA


María Antonieta Josefa Juana de Habsburgo y Lorena, hija de Francisco I y María Teresa,reina de Hungría-Bohemia, nació en Viena el 2 de noviembre de 1775. Era la hija número 15 de un total de 16 hermanos.

Desde temprana edad, destacó por su belleza, sobre todo por sus ojos azules, que le daban un rostro armónico.

La joven no se preocupaba demasiado por los estudios, y era algo despistada y pereosa, pero muy alegre y juguetona.

Fue su madre la que decidió darle una educación exquisita propia de una futura reina, por lo que recibió clases de canto, baile, clave, dicción, lengua y literatura francesa. Además, para servir como esposa fue aconsejada siempre por el Abad de Vermond.


Su matrimonio co el Delfín de Francia Luís XVI, duque de Berry, fue concertado cuando la joven sólo contaba con 12 años, celebrándose dos años más tarde en Versalles oficialmente.



A su entrada en París, la pareja fue recibida con vítores y alabanzas del pueblo, y pronto, a vida en la capital deslumbró a la joven, que iba a a ciudad a menudo, muchas veces de nche, acompañada de sus cuñadas, en bsca de diversión, mientras que su esposo prefería quedarse en casa.


Fue un matrimonio no poco escandaloso, por esas salidas frecuentes de la chica en busca de diversión, adicta a alos gastos, y volcada en defender los intereses austriacos frente a los franceses, pese a haberse visto obligada a renunciar a sus derechos como vienesa al casarse.


En 1770 fue nombrado embajador de Austria en París al conde de Mercy- Argenteau, quien ejerció gran influencia sobre la reina


Luís XVI accedió al trono francés el 10 de mayo de 1774, mientras que María Antonieta creaba una corte de favoritos integrados por la Princesa de Lamballe, Condesa de Polignac, el Barón de Besenval y el Duque de Coigny, mientras que en el resto de la vida cortesana, crecían los rumores malos sobre su vida mundana.

Estos monarcas crearon esperanzas al pueblo francés pobre, que esperaba la llegada del bienestar, pero no fue así.

Los reyes no s epreocuparon mucho de sus súbditos, pues el nuevo rey aunque tenía voluntad, carecía de iniciativa e inteligfencia para este cargo, refugiándose en lo que realmente le gustaba, la caza. A su vez, la joven reina hacía caso omiso a los consejos de us madre de ocuparse de asuntos estatales y seguía inmersa en su mundo de lujo y vestidos.


La reina, caprichosa y despreocupada, despilfarraba el dinero en sus gustos y los de su samigos, asegurándose que vivió un romance con el conde sueco Hans Axel de Fersén.


En 1777 el matrimonio aún no se había consumado, y la joven recibió la viosita de su madre y su hermano el emperador Francisco José II, y aunque no lograron que mostrara mucho interés por el estado, sí lograron que por fin consumara su matrimonio con su marido.



Su primera hija, María Teresa, nació el 19 de abril de 1778, y el 2 de abril de 1781 su hijo Luís José, cuya paternidad a cargo del rey fue depuesta en duda por los cortesanos.



Volvió a convertirse en madre en 1785 cuando nació Luís Carlos, futuro Luís XVII y rey de Lombardía.



En julio de ese año estallaba el "Escándalo del Collar", por el cual la reina fue acusada de haber encargado al cardenal de ohan un costosísimo collar de diamantes que el joyero Bohmer reclamaba constantemente. Tras ser entregado el caso a la resolución del Parlamento, este cuerpo determinó que tanto la reina como el cardenal fueron engañados por el joyero a través del conde y al Condesa de La Motte, quienes se hicieron pasar pro al reina, encargando el collar a su nombre. Aun liberada de toda culpa, el pueblo sintió desconfianza para siempre.

Sofía Beatriz fue su última hija, nacida en 1785, pero que murió de tuberculosis un año después de nacer.

El desprestigio de la reina fue cada vez a más, aunque ella intentaba recortarse en gastos, ante la demanda popular de dinero, sobre todo, ante la carencia de pan del pueblo francés.



Tras comprender Luís XVI que la crisis sólo odría paliarse con la subida de impuestos, y que la burguesía estaba cansada de sufrir las consecuencias de las subidas, decidió imponer contribuciones a la nobleza, que exigió la reunión de los Estados Generales.

La reapertura de os Estados Generales en mayo de 1789, se realizó con una profunda crítica hacia los lujos de la reina, iniciada por Monseñor de la Fare.

Para completar, su hijo varón Luís José falleció un mes más tarde, recibiendo un sepelio sin solemnidad debido a la crisis y recorte de gastos de la corte.

Los del Tercer Estado se decidieron a hacer la Revolución Francesa, mientras que acisaban a María Antonieta de contrarrevolucionaria.
Mercy Argenteu se marchó de Francia, al ser designado representante del hermano de María Antonieta, JoséII. En un intento desesperado por mantenerse en el poder, los reyes solicitaron la ayuda del rey español Carlos IV, qiuen no concretó nada, y al hermano de la reina, que murió poco después.

El 7 de marzo, una carta de Argentau llega a manos de la Comuna, acusando a la reina de conspiración con los austriacos. Intentó huir con su esposo a Bélgica en 1791, pero fue detenida en Varennes, y recluidos en la prisión del Temple, donde murió su otro hijo, con sólo 10 años.

La princesa de Lambelle, amiga incondicional de María Antonieta, que logró huir a Varennes a Inglaterra, regresó para acompañar a su amiga. El 10 de agosto de 1792, tanto la familia real como la princesa Lambelle fueron invadidos en el Palacio de las Tullerías , viéndose obligados a buscar refugio en la Asamblea General. Mientras que los miembros de la familia real fueron trasladados de nuevo a la prisión del Temple, la princesa de Lambelle fue llevada a la prisión de La Force, donde fue decapitada en medio de una muchedumbre que asaltó la prisión en septiembre de 1792. Su cabeza fue paseada junto a la ventana de la joven reina, que se sintió muy afectadapor la muerte de su amiga.

Tras la ejecución de Luís XVI en enero de 1793, fue trasladada en agosto a la Conciergerie donde fue condenada a muerte en un juicio de dudosa legalidad. En este proceso se obligó a su propio hijo a declarar contra ella, como instigadora de varias perversiones sexuales y acusada de alta traición, defendida además por dos abogados inexpertos.

La ejecución se concretó para el 16 de octubre de 1793. Su cabeza como trofeo fue mostrada al pueblo francés y sus restos fueron enterrados en el cementerio de La Madeleine.

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