viernes, 16 de abril de 2010

HUGO CAPETO


940-996, fue rey de Francia en una de las épocas más convulsas de la historia de occidente europeo. Era hijo de Hugo el Grande, conde de París, perteneciente a la familia delos robertinos, destacados miembros de la aristocracia franca, especialmente por sus defensas de París frente a los normandos.

Casó en el año 968 con Adelaida de Aquitania, con la que tuvo 3 hijas y un hijo: Gisela, Edwige, Roberto y Adelaida, por orden de nacimiento. El apellido Capeto le viene por usar una capa distintiva que lo diferenciase de otros nobles franceses.

En el 888 asisió al destronamiento del último rey Carolingio, Carlos el Gordo, en un ambiente de absoluta descomposición del imperio carolingio en cientos de principados, ducados y condados, resultado de la anarquía feudal que se venían viviendo con los últimos representantes de la dinastía, cuyo poder mermó hasta hacerse sibólico.

A partir de esta fecha se va a producir en París una pugna por el poder entre la familia carolingia, apoyada en el prestigio de su nombre, y la robertina, cuyo éxito en la defensa de París ante las incursiones vikingas le habían atraído no pocas simpatías entre la aristocracia local.
Pero en el 898, un descendiente de los Carolingios, Carlos el Simple, logra recuperar la corona imperial a la muerte de Eudes, hasta su encierro en un castillo en 923 y muriendo en el 929. En adelante, sus descendientes apenas lograron controlar pequeños territorios en los que ejercían como reyes aunque el alcance de su poder era mínimo.

A la muerte de Luís V, sin descendencia, la alta nobleza del reino escogió a Hugo Capeto, duque de Francia y a la sazón de la familia Robertina, como rey de Francia Occidental (la Francia Oriental era Alemania, en poder de los otonidas)


Aunque sus bienes eran escasos y su poder de centralización era nulo, o convirtió en uan figura de prestigio simbólicamente. Pese a su mala gestión, supo aprovechar tal dinastía sus poderes para:
  • La conversión de la monarquía en hereditaria, aunque se mantuvo el ceremonial electivo, básicamente se trasladaban las protestas de padres a hijos, como hizo el propio Hugo Capeto con su hijo Roberto II, al que designó como heredero poco después de ser entronizado.
  • La continuidad de la monarquía, que no se vio truncada por falta de descendencia, ya que de hecho, perduró hasta el siglo XIV.
  • Las posesiones patrimoniales de los Capetos, insertas en el corazón de Francia, protegidas del fuerte crecimiento urbano, ofrecerán una plataforma para la reconstrucción del poder monárquico y el surgimiento de la monarquía nacinoal francesa en el siglo XII.
  • La alianza con la Iglesia, que normalmente deploraba ls enfrentamientos entre nobles, y que sirvió de soporte principal de los reyes, en un momento en el que su poder se encontraba muy erosionado. Mediante el acuerdo con el clero pudo hacer efectiva su idea de la sucesión hereditaria con su hijo.
En sus 9 años de reinado, tuvo que superar un intento de destronamiento por parte del Obispo de Laon y Odón I de Blois, que fueron descubiertos, capturados, y gfinalmente liberados, y no pocos problemas con la Santa Sede por cuestión de la elección y destitución de obispos, motivado sobre todo por el enfrentamiento con Carlos de Lorena.

Murió en París en 996

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