sábado, 8 de mayo de 2010

2. LOS AÑOS SECOS IV

En enero de 1927, la paz y los buenos negociso comenzaron a reinar en los bajos fondos de Chicago. El 11 de ese mes se convocó la conocida como Gran Cumbre de la Mafia de Chicago.. Al Hotel Sherman, cerca del Ayuntamiento y el Cuartel de Policía, comenzaron a llegar los primeros vehículos negros con los jefes de las distintas bandas.
El propio Al Capone con su hermano Ralph, Tony Lombardo, Jake Guzik y Ed Vogel; Bugs Moran y Potatoes Kaufman por la banda del lado norte; Frank Foster, famoso importador de whisky canadiense; Jack Zuta, actual vicepresidente de la banda O´Banion; Mylles O´Donell, de la banda del mismo nombre; Billy Skidmore y Bertche, dos de los grandes que dominaban el juego, aliados de Moran; heldon; y Eisen, representante de los pequeños gangsters de la ciudad en las afueras de Chicago.

Tomó la palabra Capone, estableciendo las 5 Reglas, un documento donde se dictan una serie de normas que deberán seguir todas las bandas de Chicago:
  1. Todos los miembros de la banda que hayan sido heridos en altercados con otras bandas y que hayan provocado muertes, quedan amnistiados desde ese momento.Nadie podrá levantar la mano contra ninguno de ellos, sea de la banda que sea.
  2. Todas las bandas representadas renuncian a la violencia en sus disputas con otras bandas.
  3. Se establece el fin de los "raspados"
  4. No sucederá más invasiones de territorios, quedando explícitos las zonas de influencia de cada banda.
  5. La violación de alguna de estas normas por alguien es un acto conjunto de toda la banda y su jefe.
Entre 1927-1928, desaparecieron los enfrentamientos entre bandas de los periódicos, y Capone sólo aparecía en eventos sociales, como aperturtas de hospitales o inaugurando centros paramendigos. Por ejemplo, el 15 de mayo, Capone formó parte del comité de recepción del comandante Francesco di Pinedo, quien en viaje en globo, aterrizaba en Chicago para darle al alcalde un mensaje de Mussolini de bienvenida. Muchos ciudadanos protestaron al ver en la foto del diario que su representante era el asesino Capone.

Desde la Casa Blanca,e ste tipo de actos no erna bien vistos, así que el presidente Coolidge decidió nombrar a George Johnson, abogado de Chicago, como fiscal especial de EEUU para el Distrito Norte de Illinois, para acabar con la creciente poder de los gángsters de chicago.
El presidente estaba siendo muy presionado por el Congreso, en manos de la oposición.

El nuevo fiscal formó equipo con el joven recién licenciado en Illinois Elliot Ness. John Y Ness estaban diispuestos a acabar con Capone y para ello, usó todas sus armas. Una de ellas sería el IRS, servicio interno de recaudación de impuestos, a cuyo mando estaba Arthur Madden.

Para Capone, todo tenía precio, así que envió a Shorty Campagna con 50 mil dólares envueltos en un papel de periódicos destinados a Elliot Ness. El enviado de Capone entró en el despacho del federado y le arrojó el periódico a la mesa. Ness llamó a dos agentes y pidió que acompañaran a la calle al enviado de Capone, señalándole antes que se llevara el paquete.

Capone tenía ahora enfrente al enemio más poderoso de todos, el Gobierno de EEUU. Ness, Johnson y Maddon estaban dispuestos a unir sus fuerzas para acabar con el Imperio de la Mafia de Chicago y destronar a Capone.

La línea de ataque la formaba Madden, jefe de la división criminal de la IRS en Chicago, genio y experto en evasión de impuestos; Ness, del Departamento de Justicia, al mando de 14 agentes federales, a quienes los periódicos bautizaron como "Los Intocables" por su carácter insobornable; y Johnson, fiscal encargado de llevar la acusación de Capone a los tribunales.

El primero por ser detenido por evasión de impuestos fue su hermano Ralph Capone, al que el IRS acusaba de no pagar la cantidad de 55 mil dólares entre los años 1923-1926. Ralph fu detenido por los agentes de Ness, y llevado a juicio por Johnson, logrando llevarlo a la cárcel, pero sólo por 14 meses.

Capone ofreció al gobierno pagar por cada dólar que debía su hermano , algo a lo que el gobierno accedió con lo que Ralph pasó sólo meses en la cárcel. Pero Capone no sabía que e l principal objetivo del "Triunvirato" era él.

Mientras Capone se las veía con el gobierno, Bugs decide violar las reglas firmadas por sus jefes años antes. Operó en territorios que no erans uyos, asaltó varios barcos de Capone cargados de cervez, destruyó cargamentos de whisky propiedad de Foster, e intentó matar a Bertche, uno d elos gángster dominante del juego de Chicago.
Capone decide no aguantar más desplantes de Bugs Moran y decide golpear de una vez por todas a su banda.

El de febrero, día de San Valentín, un Cádillac negro se detuvo en el de la Calle North Clarck, edificio de ladrillo, con pequeñas ventanas y una enorme puerta que siempre estaba cerrada.
En la parte alta de la puerta aparecía un gran lettrero desconocido: no era otra cosa que el cuartel general de Bugs Moran.

A las de la mañana, se encontraban en el garaje Frank y Peter Gosemberg, James Clark, Adam Hyer, John May, Alfred Weishank y el doctor Schwimmer. Los Gusemberg eran pistoleros de la banda, Clark el cuñado de Moran, May experto en robos, Hyers, un controlador de los juegos de casino y el médico un oftalmólogo amigo personal de Moran. Los 7 esperaban al jefe, que había quedado con ellos para darles instrucciones nuevas.

En el interior del local, se alineaban 5 camiones con destino a Detroit al mediodía, para recoger un cargamento de hisky de contrabando procedente de Canadá.

Del Cadillac negro sin distintivo policial, pero con sirenas y altavoces puestos, se apearon 4 hombres, 3 vcon uniforme del Departamento de Policía. Sólo el chofer quedó al volante.

Los 4 hombres entraron en el garaje, dejándose ver por los que se encontraban en el interior. Los miembros de la banda de Moran no se sorprendieron, ya que varios agentes solían darse la vuelta por allí para beberse un trago de whisky canadiense.

El que iba de uniforme enseñó una placa y les ordenó que se levantasen, colocándose en fila frente a la pared. Pese a las amenazas de Gosemberg de no saber con quién hablaban, los hombres disfrazados abrieron sus largos abrigos, dejando asomar las ametralladoras Thompson. Las balas comenzaron. El doctor comenzó a murmurar que él no tenía nada que ver con los negocios de Bugs Moran, que sólo estaba allí de visita.

Segundos despu´s, y sin provocaciones, se abrió fuego contra los 7 hmbres que estaban alineados contra la pared, hombro con hombro. Las balas rebotaban en la pared y en los cuerps de los hombres de Moran. Sus cuerpos quedaron tendidos boca arriba. Pese a haber sido ametralleado, Frankk Gosen¡mberg aún quedó con vida, cuando llegó el primer coche de policía, alertado por los vecinos.

Moran se había escapado de la muerte por segundos.La investgación fue entregada a los tenientes de la policía, Sullivan y Earlson, y al forensen del condado de Cook, el doctor Herman Burdensen.

La primera pista que llevaron a las sospechas fue el encontrar en los bolsillos de de los 7 cadáveres un monto total de 2640 dólares, y un maletín con cerca de 40 mil más, lo que descartaba el robo como móvil del asesinato. Al parecer, ese dinero iba a sser usado para pagar el cargamento de whisky.Más tarde, el fiscal del estado nombró a otros dos policías para reforzar la investigación, Loftus y O´Neill.

La primera pista que manejaron fue un ajuste de cuentas con la Banda de Detroit, liderada por Abe Berstein, por el control de suministro de whsky canadiense en la zona.El Departamento de Policía aseguró a sus compañeros de investigación que la banda de Berstein nunca se hubiera atrevido a ahacer algo así, no tanto a atacar a Moran como a intervenir en los asuntos de Moran, el cual sí infundía el verdadero respeto.
Se dice incluso que Berstein visitó a Al Capone en el hotl Hawthorne con el fin de asegurarle que su banda no tenía interés alguno en Chicago y que por supuesto, n pondría en peligro la relación "amistosa" entre las dos bandas.

Lo que la policía no sabía es que algunos hombres de confianza de Al Capone habían comenzado a invadir el barrio de Loop, en la zona norte de la ciudad, bajo amenaza de Bugs Moran, para hacerse con el negocio de distribuciòn de la cerveza y ehisky en los bares clandestinos. Estas fuerzas invasoras, las formaban los mejores hombres de Capone, Jack Metralleta McGurn, Danny Valo, Claude Maddox, Tony Capezio y Tony Accadio.

Dos días antes de la matanza, la carretera Detroit- Chicago se convirtió en zona de guerra. Moran había capturado varios camiones de whisky propiedad de Capone y había intntado asesinar a Jack McGurn, el principal ejecutor de Capone.
McGurn contaba con sólo 25 años, un atractivo a lo Rodolfo Valentino, era un perfecto bailarín y tenía una mirda que helaba. Nacido y criado en el corazón de la colonia siciliana de Chicago, a él se debe los asesinatos de Tony Russo y Vicent Spicussa, en San Luís; de Antonio Torchio en Nueva York; y de Sam Valente, en Cleveland, más otra veintena de asesinatos más sin identificar enviados por Joseph Aiello para acabar con Capone.

En los primeros meses de 1930, Capone comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, y su médico personal, el doctod David V Owens, le aseguró que la sífilis nunca se marcharía, a no ser que fuese tratado varias semanas en un hospital; pero para Capone no era u buen momento para que se alejase de las calles.

En esos meses, había contratado los servicios de Ive Lee, el experto en relaciones públicas y que egún decía, le había sido recomendado por el mismo Rockefeller. Pero el experto en relaciones públicas aabía que tampoco podría hacer milagros ante algo tan evidente como su espíritu asesino.

Tras la Matanza del Día e San Valentín, la mayor parte delos miembros más peligrosos de la banda de Moran abandonaron las armas. Moran, solo y olvidado incluso por sus enemigos, , volvió a su antiguo oficio de ladrón e bancos, lo que le llevaría a la penitenciaría federal para cumplir la condena de 10 años por matar a un cajero. Tras serl iberasdo, volvió a reincidir y regresó de nuevo a prisión para cumplir otros 10 años.

Pero los enemigos de Capone comenzaron a ver que el gran jefe podría, tal vez, tener los días contados. Joseph Guinta, quien se había alzado a la presidencia de la Unión Siciliana gracias al apoyo del mismo Capone, intentó desbancar a su mentor con la ayuda de dos hombres de confianza de Capone: Albert Anselmi y John Scalesi.

Capone sabía que Giunta tenía pocas luces, así es, que estaba seguro que el íder de la Unión Siciliana no era más que un títere en las manos de ambos.

Giunta, Scalesi y Anselmi fueron invitados a una cena de gala dada en honor de Capone, quien acababa de ser elegido hijo predilecto de la Sociedad Italiiana de Chicago. La cena se desarrolló sin contratiempos, hasta bien entrados los postres. En ese momento, Capone comenzó un discurso en el pequeño auditorio ante sus hombres de confianza.Los 3 invitados especiales aplaudían las palabras de su jefe, mientras éste comenzaba a rodear la mesa de estos. De repente, el rostro de Capone se transformó en una mueca de locura: tras una serie de insultos lanzados a los comensales, Capone arrojó la bebida de su copa a la cara de Giunta. Scalesi intentó desenfundar su pistola, pero fue desarmado por los guardaespaldas.
Capone agarró un bate de beisbol y mientras avanzaba para golpear la espalda de Giunta, le dio fuerte en el craneo, llenando las mesas contiguas de sangre. Segundos después, el bate cayó en la frente de Scalesi, quien quedó tendido sobre el mantel de lino. Anselmi sólo pudo hacer la señal de la santa cruz antes que acabaran también con él.

Capone dio entonces orden a Accardo y Ziegler para que se deshicieran de los cadáveres. Una semana después, una patrulla de la policía era alertada al descubrir 3 cuerpos en la cuneta de la carretera junto a un depósito de agua. Los agentes que legaron encontraron un gran bulto envuelto en una sabana. Al abrirlo, encontraron un hombre robusto al que le faltaba un trozo de cráneo, que erra Anselmi,, sobre otro al que le faltaba el maxilar inferior, que era Giunta. A pocos metros, encontrearon el cuerpo de Scalesi, el cual fue acribillado en la cara, una vez muerto.

Para complicar el año, a finales de 1929, el republicano Herbert Hoover había alcanzado la Casablanca, en unas elecciones muy reñidas contra el candidato Al Smith. En el programa electoral de Hoover aparecía la lucha contra la mafia italiana e irlandesa como punto má importante.
El primer paso del nuevo Presidente sería la designación de una Comisión Nacional contra el crimen, que se ocuparía del estudio de la vigencia de la prohibición.
En 1929 se calcula que se cometieron unos 12 mil asesinatos, más de la mitad provocados por problemas de la prohibición. El presidente, puso al frente de tal comisión al fiscal general George Wickersham, con una asignación extra de fondos aprobada por el Congreso.

El resultado final de la Comisión Wickersham, presentado en una sesión especial a puertas cerradas ante los congresistas, demostró que el aumento de criminalidad desde 1919 estaba relacionado, de alguna manera, con el Acta Volstead, desdels tirotos callejeros entre mafiosos hasta la corrupción política, judicial y policial. Hoover estaba dispuesto a dar un golpe serio a las bandas mafiosas y Capone sería su objetivo número 1.

Segçun algunos, esta fue una persecución personal de Hoover a Capone. Cuando el político ganó las elecciones decidió tomarse un descanso en Miani antes de asumir su cargo como Presidente de EEUU. Hoover se instaló en casa de un poderoso empresario local en la isla Belle, cerca de la casa de Al Capone. Una noche, ruidos de disparos y gritos de mujeres le despertaron. Hoover envió hacer averguacions a dos miembros del servicio secreto. Los agentes llegaron a la casa de Capone y vieron por las ventanas a varias mujeres desnudas, muchas de ellas menores de edad, siendo perseguidas por hombres de avanzada edad. Uno de los guardaespaldas de Capone salió al encuentro de los agentes y les recomendó, que si querían volver a entrar allí, debían hacerlo con una orden judicial.

Los agentes informaron de todo a Hoover, quien uró venganza. La guerra entre estos dos poderosos se inciaba desde este momento.

Hoover estaba dispuesto a dar el golpe primero, y para ello, puso en acción al Departamento del Tesoro. Andrew Mellow, a cargo de este departamento en esos momentos, declaró años después que a diario, recibía la llamada del presidente preguntando por el caso Capone, a lo que se contestaba siempre que se estaba en ello, y así era.

Hasta 1933, cuando llegó el final del mandato de Hoover, el Departamento del Tesoro, a través del IRS, no dejó de perseguir a Capone por orden expresa de la Casa Blanca.

A las 11 de la mañana del 12 de enero de 1931 "Caracortada" Al Capone fue condenado a 11 años de prisión por un gran jurado federal por impago de impuestos entre 1924-1929, y recluido en la prisión federal de Atlanta, gracias a las pruebas aportadas por Elliot Ness y sus hombres.

En 1934, y tras dirigir un motín, fue trasladado a la prisión de Alcatraz, conocida popularmente como "La Roca", una cárcel construída en una isla de la bahía de San Francisco, catalogada como la más dura de EEUU. Allí permaneció hasta finales de 1939, fecha en que fue puesto en libertad.
Para entonces, el actual Capone no era ni la sombra de lo que fue. En la cárcel mostró graves signos de demencia propios de la sífilis que sufría desde hacía años.

Retirado del mundo en su mansión de Palm Beach, Alphonse Capone moría a los 48 años de edad, el sábado 25 de enero de 1947. Con él se iba toda una época del crimen organizado de Chicago.
Los años de las matanzas callejeras, las persecuciones, ejecuciones, pasaban a la historia.

Era la hora del sucesor, de Frank Nitti, de Paul Ricca, de Tony Acardo

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