miércoles, 12 de mayo de 2010

3. LA GUERRA DE LOS CASTELLAMMARENSES, LA NOCHE DE LAS VÍSPERAS SICILIANAS Y EL ASCENSO DE LUCIANO (1930-1932)

Hacia 1930, Giuseppe Masseria se había convertido en el todopoderoso señor del crimen organizado en la ciudad de Manhattan. Nada ni nadie se movía en la isla sin que "Joe el Jefe", que era su apodo, lo supiese. El principal problema y que jugaría en contra de Masseria, sería su propia vanidad. Él pensaba que la ideología de la jerarquía mafiosa impuesta por siglos de tradición, sería vñalida ahora en el nuevo Mundo.Masseria creía ciegamente que podría, con el poder de la tradición, controlar a cientos de hombres que preferían hacerse ricos lo más rápido posible, mediante el robo o el asesinato, ants que rendir respeto y pleitesía a un Padrino en el que ni siquiera creían.

Llegado a la isla de Ellis, procdedente de Palermo en 1902, Masseria había decidido emigrar tras un turbio asunto del asesinato de un politico local. Entre 1910 y 1915, el mafioso italiano había servido en las filas de la Mafia como pistolero y asesino, pero en su leyenda dentro del crimen organizado dio comienzo el 11 de ahosto de 1922, cuando dos "torpedos" enviados por Rocco Valenti, un gangster sin importancia, intentaron asesinarlo en su oficina de la II Avenida.Ese día, Masseria regresaba de recaudar dinero ilícito del juego y se detuvo en una frutería cercana.Con las bolsas en la mano subió por el ascensor.

Como siempre, la bombilla estaba fundida, así es que tuvo que cerrar las puertas corredizas metálicas a oscuras y tantear el botón que le llevaría al cuarto piso. El ascensor dio un pequeo brinco y comenzó a subir. Al detenerse, abrió la puerta con dificultad debido a las bolsas y al maletín que llevaba en la mano, y de pronto aparecieron dos asesinos que sin mediar palabra, comenzaron a disparar contra el bulto que se removía en el interior del ascensor.

Los gánngsters vaciaron sus pistolas calibre 38. En total dispararon más de una docena de balas contra Masseria. Pero, milagrosamente, y gracias a la oscuridad y a los nervios de los atacantes, Masseria escapó del atentado sin un sòlo rasguño.

Joe el Jefe, al verse acorralado en el ascensor, y al no poder desenfundar su arma para defenderse, decidió arrojarse al suelo.El error de sus asesinos fue no comprobar si realmente estaba muerto y darle el tiro de gracia, típico en las ejecuciones de la Mafia.

Las balas se habian alojado la mayor parte de ellas en la pared del ascensor, haciendo añicos el espejo que se encontraba tras el objetivo.Dos de las balas que debían impactar en el pecho de Masseria lo hicieron en el maletin. En su interior, llevaba dentro una pequeña caja de caudales de hierro donde guardaba los fajos de billetes que recaudaba. Esa caja fue la que le salvó la vida.

Tras el suceso, Masseria, con el arma en la mano, decide perseguir a los dos asesinos, bajando por las escaleras. Al bajar las escalera y salir de la oscuridad, Joe vio que dos balas habían impactado en el sombrero que llevaba, po lo que su mala estética también le salvó la vida. Masseria era muy bajito, y para disimular su altura y parecer más alto, se hacía los sombreros más pequeños, sin llegar a que calen hasta arriba de las cejas Si lo hubiera llevado bien colocado, la primera bala le hubiera volado los sesos.

Joe el Jefe persiguió a los asesinos por la II Avenida con el arma en la mano. Los dos hombres se dieron la vuelta y fueron nuevamente hacia él. Fue entonces cuando Masseria descubrió que su pistola no estaba cargada.

Corrió a una tienda de sombreros cercana huyendo de los torpedos que de nuevo le perseguían.Al entrar en la trastienda, Masseria ya estaba esperando al primero Le disparó en la cabeza. El segundo, que intentaba entrar por la puerta de atrás, se vio ante Masseria, quien rápidamente le disparó en el pecho. Ambos asesinos pasaron de ser cazadores a ser cazados.

Rocco Valenti había cometido cerca de 30 asesinatos por orden de mafiosos poderosos. Pero esta vez había dado con un hueso duro de roer. Masseria mandó a uno de sus hombres para hablar con Valenti. El lugar de la reunión, un pequeño y clásico restaurante italiano de la calle 12, de esos con manteles de cuadros rojos y botellas de vino forradas de mimbre.

A la hora señalada, Valenti se presentó en el bar acompañado de dos guardaespaldas y se acomodó en la mesa. En lugar de Masseria, se presentaron 4 hombres armados que comenzaron a disparar, dejando el cadáver de Valenti acribillado a balazos. Uno de los asesinos era conocico como Lucky Luciano, el que años después se convertiría en el poderoso del Crimen organizado, en el indiscutible líder de Cosa Nostra y arquitecto de la Comisión.

Desde aquel día, Giuseppe Masseria se hizo con una fama casi mítica de invencible, y queél mismo se creería hasta el día de su muerte.

Tras el asesinato de Frankie Yale por los hombres de Al Capone, el joven Masseria escaló a lo más alto del poder mafioso en la ciudad de los rascacielos, pero chocaba siempre con la presencia de de Salvatore Maranzano,, líder mafoso siciliano nacido en 1868 en la ciudad de Castellammare del Golfo, liderando la facción conocida como "Castellammarenses".
Técnicamente, Marazano estaba bajo el mando de Masseria, pero Joe el Jefe sentía cada evz más cerca la presión de Maranzano en las operaciones de la familia.Masseria no podía ordenar la ejecución de Maranzano debido al creciente poder del último.Antes de matarlo, debía restarle importancia y para ello ordenó recortar las zonas de acción de los Castellammarenses en el juego y la prostitución.

Entre el grupo que rodeaba a Marazano estaba Thomas Lucchesse, Gaetano Gaglliano, Joseph Bonanno, Joseph Baglioco y Joseph Profaci. La guardia pretora de Giuseppe Masseria estaba formada por Frank Costello, Carlo Gambino, Willie Morerti, Joe Adonis, Vito Genovese y el más peligroso de todos, Charles "Lucky2 Luciano, que actuaba como segundo de Masseria.

Días después, Maranzano envia a a uno de sus soldados a hablar con Masseria para informarle de que, desde ese mismo momento, su familia ya no pagaría más tributos a Joe el Jefe de los negocios bajo el control de los Castellammarenses. Para Masseria, aquello era más una declaración de guerra que una pérdida de respeto por parte de una de las facciones más poderosas de la familia.

La denominada "Guerra de los Castellammarenses", que se desarrollaría entre 1930-1931, pasaría a la historia como una de las más importantes confrontaciones de toda la historia de la Mafia y como resultado daría estructura a la Cosa Nostra que ha gobernado hasta estos días los bajos fondos de EEUU.

El origen del nombre de la confrontación provenía de Castellamare del Golfo, una pequeña y pintoresca ciudad costera del noroccidente siciliano, y sin duda, la que más influyentes miembros de la Mafia italiana en EEUU ha dado: el propio Maranzano, Joseph Bonano, Profaci, Stefano Magaddino, Gaspar Milazzo, Aiello o Joseph Barbera Sr.

La primera orden dada por Masseria fue la del asesinato de uno de sus "soldados". Muchos de elos habían tomado importantes posiciones en las familias de Detroit, Cleveland o Buffalo, así como en el corazón de Brooklyn. Masseria, pese al consejo de Luciano, estaba obsesionado con la pureza de la sangre italiana entre sus hombres, en contra delo que pensaba Maranzano, quien incluía en sus filas, tanto a judíos como a irlandeses.

La primera víctima de la guerra fue Peter Morello, uno de los altos responsables de la familia Masseria, aunque los asesinatos se fueron sucediendo en ambos bandos.
En enero de 1931 Maranzano contaba con un efectivo de 500 soldados, mientras que Masseria disfrutaba de unos 900.
Hasta ese momento, la guerra había provocado alrededor de 85 víctimas en ambos bandos. Viendo cómo se desarrollaban los acontecimientos, dos de los más estrechos colaboradores de Masseria, Vito Genovese y Lucky Luciano, decidieron que el liderazgo de "Joe el Jefe" no podía alargarse por más tiempo, pese a que éste no estaba dispuesto a ceder ni un ápice de su poder.
En marzo de ese mismo año, Luciano decidió crear una tercera facción, con aquellos miembros de la familia Masseria que no deseaban continuar en la lucha. Luciano, como todos, sabía que la guerra no traía buenos negocios, y sabía que la Guerra de los Castellammarenses debía acabar.

Lucky Luciano hacía aos que había establecido excelentes relaciones con un capo mafioso judío llamado Meyer Lansky, una de lasmentes más cualificadas para los negocios de la historia de la Mafia.
Se cuenta que con tan sólo 10 años, justo un ao después de su llegada a EEUU, Luciano se dedicaba a golpear a los niños más pequeos del barrio con el fin de ofrecerles después su protección. Si pagaban, les protegía: si no pagaban, los golpeaban hasta que lo hiciesen. Entre sus clientes, se encontraban varios niños judíos llegados a América con sus familias huyendo de los pogroms de la Europa del Este. Un día, Luciano se encontró con un nió escuálido, piel blanca y ojeras negras que se acababa de instalar en el barrio con su familia, desde Polonia. El italiano reclamó el pago de su protección, pero éste se negó. Luciano le golpeó durate 15 días. Lo que más le llamó la atención era que aquel niño no sólo no se escondía cuando lo veía, sino que incluso cruzaba de acera para encontrarse de frente con él.

Un buen día, encontró a ese niño acorralado en un callejón por 4 miembros de una banda callejera de adolescentes irlandeses. Luciano ayudó al niño a salir el callejón y desde entonces no se separaron más. Ese niño se llamaba Maier Suchow, el mismo al que la policía llamaría luego Meyer Lansky.




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